Este fin de semana nos trajo al campeón de la UEFA Champions League 2010-2011. Siendo el FC Barcelona el merecido vencedor del encuentro al imponerse 3-1 al conjunto del Manchester United. Este partido, se comentó por semanas, estos dos equipos son la representación más tangible de escuadras ganadoras a nivel local y europeo en la última década, mostrando siempre un futbol vistoso y ofensivo. Este partido, que era la revancha tan añorada por el equipo de los red devils, me deja con sentimientos encontrados acerca de los pupilos de Ferguson, por otra parte los dirigidos por Guardiola no merecen más que mis felicitaciones y mi agradecimiento por el futbol que desplegaron.
¿Por qué los sentimientos encontrados del cuadro de Manchester? Al inicio de la campaña, este equipo fue muy criticado por sus pocas contrataciones y su cuadro tan añejo. Conforme fue avanzando la justa inglesa el equipo mejoró y se posicionó en el primer lugar de la liga para nunca abandonarlo. El problema fue como llegó ahí. A lo largo de la temporada el Manchester United mostró dos versiones, el equipo “A” y el “B”, teniendo en estos dos equipos a los mismos 11 jugadores en el terreno de juego.
Hubo partidos durante FA Cup, Carling, Premier y Champions donde el cuadro inglés dominó de entrada a sus contrincantes con un futbol a ras de suelo y pases a las espaldas de los defensas rivales realmente letales, ese cuadro fue el que aplastó al Chelsea en la jornada 36, superándolo ampliamente a nivel futbolístico. Pero así como estuvo ese cuadro “A” presente, encarador e irreverente, estuvo el cuadro “B”, ese que presenciamos en la final de la liga de campeones. Si bien el Barcelona es el sinodal más difícil en la actualidad, el Manchester murió también por lo que dejó de hacer. Todos los que gozamos del futbol sabemos que el Barcelona es el mejor equipo del mundo y que si cual quier equipo le permite tocar la bola, desbarata cualquier planteamiento táctico-defensivo, si no me creen pregúntenle a Mourinho y su Real Madrid. Ese fue entre otros uno de los problemas del Man U, salió a perder el encuentro, a regalarle la pelota al Barcelona para que pudiera hacer su juego, sin tener la más mínima intención de atacar. Si bien Rooney consiguió el empate momentáneo, pero fue un chispazo de luz en la triste oscuridad de los red devils. Si se le está compitiendo al mejor equipo del mundo, se le tiene que jugar como el mejor adversario del mundo. Fallas en la defensa, una media inexistente y delanteros que terminaron fungiendo como medios de contención, fue la triste realidad de un cuadro que se le conoce por lo que sabe hacer en los tres cuartos de cancha del equipo rival y no por sufrir en el último cuarto de su terreno.
De las tinieblas nos postramos en la luz, en ese equipo que con su toque de balón, hace lo más difícil, jugar fácil y así enamora a cualquier espectador. En el día de la final lo hicieron todo bien, no renunciaron a su estilo, se defendieron atacando y generaron cuantas oportunidades les permitió una tenue defensa rival. El “M.V.P” (Messi, Villa, Pedro) volvió a funcionar, ese tridente basado en el principio del acompañamiento y que no es poco decir tiene al mejor jugador de la era moderna con nombre Lionel Messi. Mismo tridente que acompañado con los cerebros de Iniesta y Xavi Hernández, no pararon de hacerle la tarea de marcación, una misión imposible al cuadro del United. Para este equipo sólo queda aplaudirle, agradecerle y esperar que sigan mejorando, con Guardiola como mentor, este equipo tiene el cielo como límite.
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