Después de dos semanas de semifinales de Champions League por fin tenemos a los dos merecidos finalistas de tan prestigiosa competición. El primero en clasificarse fue el Barcelona quien le demostró a Mourinho que con un planteamiento opaco, defensivo y timorato no se le gana a un equipo de las proyecciones de la organización Culé. Por el otro lado está el Manchester United quien le enseñó al Schalke 04 lo que es la grandeza de un club, dominando al Schalke en ambos encuentros al defender el estilo explosivo en ataque que le caracteriza.
Me atrevo a decir que estos son los dos mejores representantes del futbol en la actualidad, siendo los más ganadores en sus torneos con 5 títulos por equipo en los últimos 10 años. Los dos planteles tienen características como picardía, veteranía, talento y lo más importante actitud triunfadora que los transforman en equipos altamente competitivos. Si bien son estilos completamente diferentes, ninguno es lastimoso a la vista. El Barcelona como todos sabemos goza y domina el paseo de la pelota, sobarla, dormirla para luego pasar a tres cuartos de cancha y ser letales como solo ellos saben. Por su parte el Manchester United se siente cómodo en defensa, sabe esperar y es uno de los equipos que mejor entiende la transición defensa-ataque dominando los pases en profundidad y haciendo daño a las espaldas de los defensas.
Analizando hombre por hombre la final tiene que ser un partido muy parejo, abierto y de espectáculo, donde se trate bien la pelota y el juego rudo sea innecesario. Nombres como Xavi, Iniesta, Messi por parte del Barcelona; Giggs, Rooney, Nani/Valencia por parte del United tienen que pesar por el bien del futbol. Acerca del dorsal 14 del United espero lo mejor, si bien Puyol y Piqué son una dupla difícil de superar confío en la rapidez y eficacia que le caracterizan a nuestro compatriota a la hora de marcar goles.
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