domingo, 21 de agosto de 2011

Un día ambiguo


Ayer México vivió un día extraño en lo que se relaciona al deporte, la afición mexicana un sonrió al ver a la Sub-20 quedarse con el tercer lugar de la copa mundial de su categoría. Por otra parte, miles de aficionados lloraban en el estadio de Santos Laguna al escuchar una balacera en el perímetro y sentir que su vida corría peligro. Logrando en cuestión de horas extrapolar la situación de nuestro país, un seleccionado nacional que pone el nombre de México en los lugares más altos y por casualidad del destino una transmisión televisiva que muestra la inseguridad con la que vive nuestro país. 

Ese crecimiento deportivo de México no es obra de la casualidad, en dos meses la sub-17 y la sub-20 nos han entregado más galardones a nivel Copa Mundial que lo que la selección mayor jamás ha podido alcanzar. Estos jóvenes representan una nueva generación de idiosincrasia mexicana en lo que respecta al deporte, muchachos que aún en situaciones adversas siguen luchando y que no se achican ante ningún rival y si en dado caso pierden la razón es muy simple, el rival fue mejor. Me ilusiona ese tipo de pensamiento mexicano, ahora falta que no sólo los jóvenes lo piensen sino toda la gente que está alrededor del futbol, creer el hecho que nuestro país puede alcanzar instancias importantes en cualquier competencia donde participe. No es tarea fácil llegar a dicha ideología, pero estos jóvenes han empezado con el pie derecho. 

Del cielo nos vamos al infierno, esta situación infernal en la que vivimos en México, un país donde hay más personas decentes que delincuentes pero pagamos justos por pecadores. Por desgracia la delincuencia (el narco) se ha hecho parte de nuestra cultura popular. Parte de la sociedad venera ídolos que su aporte al país es nulo y nos hacen vivir una situación como la del estadio TMS ayer, pero eso sí, su poder económico es impresionante. La gente no cree que películas como el infierno, el final dramático de rudo y cursi son situaciones que el país vive actualmente, que lejos de sacarnos una carcajada en el cine, debería de ser un llamado de atención para la población. El día de ayer el narco mancilló como dice atinadamente Rafa Ramos en su columna “el entretenimiento más puro” que tiene el individuo mexicano que es el deporte a nivel nacional. Hoy causa escozor leer que miles de personas sufrían en sus asientos mientras se desataba una balacera, pero cuantos no son los asesinatos en campos de futbol alrededor del país por situaciones meramente deportivas que terminan en desgracia porque alguna persona posee un arma y está dispuesta a usarla. 

Enhorabuena por el tercer lugar en el mundial, ahora tenemos que evitar la calificación al mundial de la violencia. De un nacimiento de futbolistas como es la Sub-20, tenemos que estar de luto deportivo por la situación vivida el día de ayer. ¡Ya basta!.

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